
No vamos a engañarnos, lo que más llama la atención de este libro es su portada, por más que no sea juicioso juzgar un libro por la misma. Pero lo cierto es que los chicos de SM se lo han currado con este libro de Laura Gallego. De hecho, existen dos ediciones, una en rústica, con la portada que veis en la foto anterior, y otra en cartoné, para una edición limitada, ambas obra de Cris Ortega. Las dos son geniales, pero a mí me gustó más la original, así que, lamentando que no fuera en cartoné, pero fue esa la edición que me compré.
Y me compré
el libro sin tener una idea clara de lo que trataba. Por ahí había leído que
estaba bien, y ya sabéis que otros libros de la Gallego me han gustado
(increíbles las Memorias de Idhun, y
guardo un grato recuerdo de La emperatriz de los etéreos). La segunda portada, con la protagonista vestida de chico
me hizo pensar que tal vez era algo así como una versión de Mulán. Y es que, si
os fijáis en las dos portadas, comprobaréis que se trata de la misma muchacha,
primero vestida de gentil princesita y luego, como si concursara en “Tu cara me
suena” o atravesara la nube de humo de “Lluvia de estrellas”, aparece
transformada en gallardo muchacho:
Eso, junto
con la sinopsis, que habla de cómo Viana (así se llama la prota, qué vamos a
hacerle… A mí es un nombre que me suena a señora gorda, por su parecido con “vianda”,
chorradas mentales mías), es la hija del duque de Rocagrís, y prometida del
joven Robian, pero su dicha se interrumpe porque llega la guerra a sus tierras
y su padre y su amado parten a ella, pues me hizo suponer que la historia sería
algo así:
Viana, al ver cómo todos parten a la guerra
dejándola sola, enfrentada a la decisión de esperar que vuelvan o tomar el toro
por los cuernos, se dice: ¡ante la duda la más tetuda!, y recortando su hermosa
melena parte de incógnito a la aventura que le reunirá con su amado Robian.
Bueno, pues
no. Nada de eso.
La historia no tenía nada que ver con lo que yo esperaba. En realidad Viana es un poco mojigata. Por eso, sí se queda en el castillo como una niña buena cuando los bárbaros del Norte llegan para conquistar el reino en que vive. ¿Por qué los bárbaros siempre vienen del Norte? Aquí, en Juego de tronos, en la Antigua Roma… Todo el mundo quiere ir al Sur. Va a tener razón Rafaela Carrá y lo que pasa es que “para hacer bien el amor hay que venir al Sur”… Sin embargo, al final las circunstancias harán que Viana deba abandonar la seguridad de su castillo, y correr aventuras en un reino plagado de bárbaros y en cuya frontera se extiende un bosque del que cuentan que es mágico y del que nunca regresa aquel desventurado que se atreve a internarse en él:
La historia no tenía nada que ver con lo que yo esperaba. En realidad Viana es un poco mojigata. Por eso, sí se queda en el castillo como una niña buena cuando los bárbaros del Norte llegan para conquistar el reino en que vive. ¿Por qué los bárbaros siempre vienen del Norte? Aquí, en Juego de tronos, en la Antigua Roma… Todo el mundo quiere ir al Sur. Va a tener razón Rafaela Carrá y lo que pasa es que “para hacer bien el amor hay que venir al Sur”… Sin embargo, al final las circunstancias harán que Viana deba abandonar la seguridad de su castillo, y correr aventuras en un reino plagado de bárbaros y en cuya frontera se extiende un bosque del que cuentan que es mágico y del que nunca regresa aquel desventurado que se atreve a internarse en él:
“Nadie hablaba del Gran Bosque, como no
fuera para asustar a los niños pequeños con historias de terror que se
relataban a la luz de la lumbre. Todos los muchachos habían fanfarroneado alguna
vez con la posibilidad de internarse en él y desvelar sus misterios, pero
ninguno había osado pasar más allá de la tercera fila de árboles”.
GALLEGO, L. Donde los árboles cantan. Madrid: SM, 2011. Pg. 26. ISBN: 9788467550030.
La historia
nos la cuenta la Gallego como si fuera un cuento, y de hecho comienza con una
celebración en el castillo del rey, donde se presenta Oki, un cuentacuentos que
deleitará a todos con una historia sobre una joven cuyo aspecto es el de una
vieja, para poder así comprobar cómo es el corazón de la gente. Muy La Bella y la Bestia.
Fotograma de La Bella y la Bestia, dir. Gary Trousdale y Kirk Wise, Disney,
1991.
Por cierto, no tiene nada que ver, pero
¿alguna vez os habéis preguntado por ciertas cosas raras de los cuentos? ¿Por
qué los tres ositos dejaron la sopa ya servida en la mesa y se largaron de casa
justo antes de llegar Ricitos? Es desconcertante… ¿Y qué clase de persona se
mete en la cama usada de un extraño? Si en la de un hotel te puedes encontrar
pelos, en la de un oso ni te cuento… Y eso va también por Blancanieves. Está
claro que las heroínas de los cuentos son un poco frescas y se meten en la cama
de cualquiera…
En fin, volviendo a Donde los árboles cantan, la historia es buena, engancha. Aunque,
obviamente, al tratarse de literatura juvenil, tampoco esperéis encontrar algo
muy profundo. Los personajes no tienen una psicología detallada ni la narración
deleita por su complejidad y belleza. Simplemente es una historia para jóvenes,
sin complicaciones, y ágil.
Pienso que la Gallego podría haber sacado
mejor partido del Bosque. Lo tiene ahí, muerto de risa las más de las veces,
después de ponernos los dientes largos con las historias de hadas, duendes y
peligros. Como supondréis, el Bosque juega un papel muy importante en la
historia, pero creo que es el gran olvidado. Pienso que la novela hubiera sido
mucho más rica si fuera algo más extensa y se incluyeran más aventuras. Los
chicos podrían sentirse decepcionados al leerla, aunque de todas formas siempre digo que
las novelas de la Gallego parecen estar más dirigidas a chicas que a chicos,
aunque puedan leerlas y disfrutarlas ambos sexos. Creo que es una buena historia, pero
que podría haber sido todavía mejor. No es el libro que más me ha gustado (está
claro que la literatura juvenil se me queda un poco corta, pero de vez en cuando
sigo encontrando placer en las lecturas sencillas), y dentro de la literatura
juvenil podemos encontrar otros mejores, incluso dentro del repertorio de la
Gallego. Es simplemente un libro más, recomendable pero no el mejor. Os dejo aquí las primeras páginas del libro, por si os apetece echarles un vistazo.
En cuanto a los personajes, no os voy a
contar nada para no desvelar detalles de la historia. Pero, del mismo modo que
imagino le pasará a todo el mundo, mi favorito es Uri.
Y el final es extraño. Bueno, pero abrupto.
Es como en los culebrones, donde todo pasa despacio y luego, de repente, en el
último capítulo se resuelve todo. El final me gustó (de hecho, bastante), pero
su estructura no.
Eso sí, seguramente sí es el más bonito
que he tenido en las manos. Porque, volviendo al diseño, no se trata solo de
las ilustraciones de Cris Ortega (según figura en el libro, el diseño del mismo
corre a cargo de Pablo Núñez), sino que en las páginas interiores también hay
detalles que convierten este libro en el típico con el que quedas genial al
regalarlo, por su presentación, y que seguro que les gustará también a los
lectores de las aventuras de Vianda, que desde unos 13 años pueden ser cualquiera
a quienes les guste una historia con tintes épicos y fantasía de cuentos de
hadas.
![]() |
Interior del libro |
Aquí veis, arriba, un detalle de la paginación del libro, y a la derecha, el comienzo de los capítulos con su letra capital y un resumen de lo que transcurrirá en él.
“Te contaré algo: el mundo está lleno de
historias. Todas las personas y todas las cosas tienen historias que contar. A
algunas de ellas se llega a través de gente como yo, que las relata para que no
se olviden. Otras, en cambio… se viven”.
GALLEGO, L. Donde los árboles cantan. Madrid: SM, 2011. Pg. 216. ISBN: 9788467550030.
-Título:
Donde los árboles cantan.
-Autor:
Laura Gallego.
-Género:
Narrativa juvenil.
-Editorial:
SM.
-Precio:
14,94€.
-Isbn:
9788467550030.
-Alma:
intrépida y aventurera, con esencia de leyendas y matices de un color verde
que, sorprendentemente, algunos confunden con rubio.
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