sábado, 24 de marzo de 2012

El nombre del viento


Ésta es una de las mejores novelas que encontraréis. A no ser que odiéis a muerte el género fantástico, os encantará. Cuando salió me llamó la atención su portada y sinopsis, pero no llegué a comprármelo. Fue después, cuando la gente comentaba que estaba bastante bien cuando me lo pensé mejor, y aún así esperé a que saliera en bolsillo, por si acaso. Bien, pues me satisfizo tanto que la segunda parte la compré en cuanto se publicó, sin esperar a bolsillo ni nada, y la leí despacito, saboreándola.

El libro cuenta la historia de un personaje famoso en aquellas tierras, Kvothe, que es protagonista de numerosas leyendas y cuentos, mitificado y admirado por unos, odiado por otros, sin quedar claro si es bueno o malo, pues a veces se alaban sus hazañas y otras parecen deleznables. El caso es que Kvothe ha fingido su propia muerte, como Elvis, dicen, y se ha escondido bajo el disfraz de un simple posadero. Sin embargo le encuentra Cronista, un personaje que se dedica a escribir biografías (su nombre da la pista). Y Kvothe acepta contarle la suya durante tres días, que se corresponden con los tres volúmenes de que constará la obra y de los cuales El nombre del viento es el primero. Y pensaréis, leyendo esta sinopsis que he escrito: “pues vaya rollo de libro…”. Es que no se me da muy bien contar sinopsis… Siempre que recomiendo un libro a alguien y cuento de qué va, no lo lee. Ahora ya no lo cuento… Pero fíate de mí, este libro es muy bueno.

Para ser sinceros, el principio es lo peor. Yo lo empecé y pensé que vaya chusco, porque te mete en la historia sin ponerte en antecedentes, con un Kvothe a quien no conoces de nada en un mundo del que no tienes ni idea. Tienes que deducir mucho. Y de repente empiezan a pasar cosas malas, pero no sabes si eso es normal allí, o es rarito o qué. Y los personajes no se presentan debidamente. Luego, cuando avanzas en la historia los conoces bien, pero así, de repente, todo es como muy abrupto y no te enteras. Eso puede desanimar. No os desaniméis. Yo continué pacientemente, porque pensé que si tanta gente decía lo bien que estaba, sería por algo. O que mi edición era defectuosa, no sé.

El caso es que si continuas leyendo y llegas a la parte en que Kvothe comienza su historia, la cosa mejora. Primero no mucho, porque como sales escamado del principio, pues tardas en darte cuenta de que ya te va gustando. Luego, cuando quieres darte cuenta, es demasiado tarde, te ha enganchado.

El libro además es curioso porque casi es como si se hubieran juntado varias ideas de otras novelas: al principio es un poco Oliver twist con el tema del huérfano y tal; luego parece un poco Harry Potter, con su Universidad y sus profesores; y tiene elementos también de Terramar, con los nombres de las cosas. Pero sin copiar a nadie, porque, aunque comparta alguna idea, está planteada de un modo tan diferente que se destaca por completo de los demás libros. Y todo ello sin perder ni un momento la originalidad y la frescura. Es sorprendente.

Aventuras, magia, amores complicados, música… todo engarzado en una historia perfecta, con unos personajes bien construidos y reales, profundos y vivos, desarrollada en un mundo complejo, con pasado y leyendas, con personajes famosos, como Taborlin el Grande, que terminan por resultar completamente familiares al lector. Pero, sobre todo, escrito con un estilo tan cuidado que calificaría de pedante si no deseara yo mismo poder escribir así de bien; expresado todo, especialmente los pensamientos e impresiones del protagonista, con metáforas tan buenas y tan fina ironía que no parece un libro de fantástica, si los entendemos como los que no emplean esta narración tan cuidada, sino que se fundamentan más en la originalidad de su fantasía.

En fin, no sé qué puedo decir para convenceros de que leáis este libro. A mí simplemente me encanta. A veces te hace reír con un humor que no esperabas encontrar, otras te suelta frases tan buenas que te las quieres apuntar, a veces te emociona, otras te pone de los nervios por ver qué va a pasar. Y el protagonista te acaba cayendo genial. A veces te raya, cuando se pone pesimista y vencido, pues el Kvothe que cuenta la historia no parece el mismo Kvothe que la protagoniza, tan distinta es su actitud. Y esto solo te hace desear más saber qué le ha pasado. Es un libro magnífico. A mí hay muchos libros que me han hecho sentir muchas cosas, pero el género fantástico, que me encanta, no se caracteriza precisamente por provocar sentimientos. No es como cuando lees que Margarita Gaultier está ya tan enferma que no puede ver, pero que cuando siente la puerta levanta la cabeza del lecho por si es él… Y si embargo me ocurrió algo muy curioso con este libro: en el pasaje donde Kvothe se presenta al concurso por el caramillo de oro (cuando lo leáis sabréis a lo que me refiero) me emocioné tanto, en plan “lo logrará, no lo logrará” que hasta me latía más fuete el corazón. Es una tontería, porque tampoco es un pasaje tan crucial, pero yo que sé, me pasó. Y cuando un libro te hace sentir cosas importantes se convierte en algo especial para uno, por eso lo recomiendo tanto. Leedlo.

-Título: El nombre del viento.
-Género: Fantástica.
-Editorial: Plaza&Janés o Debolsillo.
-Precio: 24,90€ en cartoné; 22,90€ en rústica; 9,95€ en bolsillo.
-Isbn: 9788401352348 en cartoné. 9788401337208 en rústica; 9788499082479 en bolsillo.
-Alma: sorprendente e intensa, fresca pero enigmática, de brisa y música.








 
 
 

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