martes, 24 de julio de 2012

La promesa del ángel


La promesa del ángel es un libro de misterio que combina una parte en la época actual con otra en la Edad Media, cuyas tramas van desarrollándose paralelas hasta confluir. Es una técnica similar a la empleada por Katherine Neville en El ocho, o más recientemente también la encontramos en la novela La tabla esmeralda. Personalmente me gustó más esta última, porque tanto La promesa del ángel como El ocho son bastante más lentos en su desarrollo.
Es este un libro escrito a cuatro manos, de dos escritores franceses, Frédéric Lenoir y Violette Cabesos, que nos narran la historia de Johanna, una arqueóloga apasionada por su trabajo y especializada en la Edad Media. La verdad es que lo primero que pensé es que la novela no comenzaba bien, porque la protagonista resulta que es una golfa que reconoce que, al sentirse atraída por François, un hombre casado, no dudó en meterse por medio y liarse con él, principalmente por la ventaja que ofrecía el hecho de que al estar casado, la relación no podría nunca atarla demasiado estrechamente. De hecho, el principio de la novela es una excursión de la parejita con habitación de hotel incluida, desde cuya cama Johanna se fijó en que “el techo era de un blanco sin sorpresas”.
En fin, para ser honestos, el comienzo va mucho más allá. Resulta que François eligió un lugar apartado y romántico para sorprender a su amante, pero Johanna reacciona inesperadamente. Están en Normandía, en el Monte Saint-Michel, donde se eleva una abadía levantada en honor del arcángel San Miguel. Un lugar fantástico y Patrimonio de la Humanidad, accesible desde tierra solo con la marea baja, y a merced de los mares el resto del tiempo.

Pero no es la primera vez que Johanna está allí. Fue ya una vez siendo niña, con sus padres. Y guarda de aquella visita un aterrador recuerdo, pues en sueños se le apareció un monje benedictino sin cabeza, que le anunció la frase “Ad accendum ad caelum, terram fodere opportet”, es decir, “para acceder al cielo hay que excavar la tierra”. Fue una visión que quedó grabada en su mente infantil, y que de hecho ha condicionado su vida, pues es arqueóloga, excava la tierra.

La estructura del libro es sencilla: a un capítulo actual, con Johanna de protagonista, le sigue otro desarrollado en el siglo XI. Ambas historias van alternándose. En la parte histórica nos encontramos en los albores de la construcción de la abadía, cuando los monjes planeaban cambiar las modestas construcciones que allí tenían por un morada digna de consagrar al primero de las huestes celestiales, el arcángel que da nombre al monte. Una nueva Jerusalén, una Jerusalén celeste, sobre las rocas del monte, a caballo entre la tierra y el cielo, desde donde los monjes puedan interceder ante Dios por los hombres por medio de su arcángel. Pero no penséis ya en una novela tipo Los pilares de la tierra o La catedral del mar. No, aquí aparece la construcción de la abadía, pero como trasfondo. La trama principal es la historia de uno de los monjes, fray Román, el constructor. Tras un incidente con unos bandidos conocerá a una enigmática mujer, Moira, poseedora de antiguas sabidurías. Su historia, que como digo, va desarrollándose a la par que la de Johanna, condicionará las vidas de los habitantes del monte, tanto en el siglo XI como mil años después.

Nuevas visiones, extrañas aventuras, misterios y crímenes pueblan esta novela, donde lo terrenal y lo divino, lo real y lo fantástico, se entremezclan confabulando para arrastrar al lector a lo largo de más de quinientas páginas de lectura incansable.
La editorial la define como novela histórica. Sin embargo, yo creo que es más bien una novela de misterio. Desde luego, me parece tan poco una novela histórica como los ejemplos que ya cité a priori de la Neville y la Montero.
Mi opinión es que si te gusta esta clase de libros, La promesa del ángel no te decepcionará. Las principales pegas que le encuentro son dos: los capítulos son largos. Esto es más bien una pega por motivos prácticos, ya que a veces no encuentras dónde parar de leer. Pero bueno, no es algo grave.
La otra pega es que a menudo se hace muy pesada. No por el argumento, pues es interesante y engancha. Sino porque cada dos por tres los autores se enrollan con descripciones ampulosas o alargando partes que perfectamente podrían ser mucho más dinámicas. Esto a veces resulta desesperante, depende de la paciencia de cada uno. Bien es cierto que se explican numerosas curiosidades acerca del monte y la abadía, pero no puedo dejar de opinar que a veces podrían haber metido más cañita…
Por eso dije al comienzo que me gustó más La tabla esmeralda, porque su ritmo es más rápido. El de esta novela es más del estilo del de El ocho. Si para ti eso no es un problema, entonces te gustará el libro.
En cualquier caso, por su ritmo y por los detalles históricos que desgrana, si tuviera que recomendarlo no lo haría para alguien joven. Creo que un lector maduro podrá apreciar mejor la novela que un joven con menos tiempo y paciencia. Si tienes que hacer un regalo a tu padre, a tu suegra, etc. pues puede ser una opción. Y luego ya te lo puedes leer tú también, así si ves que te parece lento, no pasa nada, seguro que a ese alguien mayor a quien se lo regalas no se lo parecerá tanto.

-Título: La promesa del ángel.
-Autor: Frédéric Lenoir y Violette Cabesos.
-Género: Narrativa.
-Editorial: Debolsillo.
-Precio: 8,95€.
-Isbn: 9788483460214.
-Alma: de incienso y piedra, celta y cristiana, antigua y a veces maldita.


2 comentarios:

  1. Lo he leído y me ha gustado, pero no es real que una visión infantil condiciones tanto a una protagonista que,además se define como atea. ¿Y cree en apariciones infantiles?

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    1. Tienes razón, el típico a Dios rogando y con el amzo dando... Gracias por el comentario, se agradecen.

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