El asesinato de Roger Ackroyd es una de
las más conocidas y aclamadas novelas de Agatha Christie. Publicada por vez
primera en 1928, al leerla la he encontrado no obstante perfectamente
contemporánea. Los sucesos que acaecen podrían ocurrir también en el presente,
y la investigación para aclarar el misterio tampoco diferiría demasiado, cuanto
más que los métodos no son agobiantemente científicos, sino deductivos.
La acción se
sitúa en un pueblecito, King’s Abbot, donde todo el mundo se conoce y donde
habitan dos familias principales en sendas mansiones, Mrs. Ferrars y los
Ackroyd. Precisamente la novela comienza cuando el médico del pueblo, el doctor
Shepard, que es el narrador que nos conduce por este relato, nos cuenta que
Mrs. Ferrars ha fallecido víctima de una dosis excesiva de somníferos. No es un
crimen, sin embargo, pues o bien la dama se confundió en la dosis o bien,
probablemente, se quitó la vida. Andaba en los últimos tiempos alicaída y
nerviosa, desde la muerte de su esposo un año atrás. Comentan en el pueblo que
ella misma le envenenó, pues era un mal hombre, y que desde entonces vive
atormentada por la culpa.
Y la
abanderada de los chismorreos, la primera entre las que todo lo saben en el
pueblo es, precisamente, Caroline, la hermana del doctor. Es mi personaje
favorito, sin duda. El médico define su carácter en breves frases, explicando
que cuando conoce a alguien “quiere saber de dónde viene, qué hace, si está
casado, lo que su mujer era o todavía es, si tiene hijos, cuál era el nombre de
soltera de su madre. Nunca puedo dejar de pensar que alguien como Caroline
debió de inventar los formularios de los pasaportes”.
Y es que cada
vez que hace presencia en la novela puedes apostar que habrá algún comentario
que te haga sonreír. Es esta precisamente una de las novelas de Christie con
más ironía y sarcasmo. Precisamente, una frase que me hizo gracia fue cuando el
doctor charla con su nuevo vecino, alguien muy misterioso, del que ni siquiera
Caroline ha logrado averiguar nada. El vecino es, naturalmente, Hércules
Poirot, conocido detective, que se ha retirado a descansar al pequeño
pueblecito. Aunque él procura mantener el anonimato, y así, cuando el doctor le
pregunta por su oficio, le responde que tenía el trabajo más interesante del
mundo:
“-¡El estudio
del alma humana, Monsieur!
-¡Ah, ah!
–contesté amablemente. No me cabía duda de que era peluquero. ¿Quién conoce
mejor que un peluquero los secretos de la naturaleza humana?”
Pero Poirot
no encontrará el descanso que busca en su retiro, pues una noche aparece
asesinado Mr. Ackroyd en extrañas circunstancias. Bueno, la muerte en sí no es misteriosa,
porque cuando te clavan una daga en el cuello, es lo que suele pasar. Lo
misterioso es el modo en que sucede…
Aparecen
hipótesis de todo tipo, incluyendo una bastante particular elaborada por la
cuñada del difunto, Mrs. Ackroyd, que especula acerca de lo patoso que era el
pobre, que seguramente fue un accidente y la daga se le resbaló de la mano
clavándose en su cuello…
Agatha Chirtie |
Pero aquellos
más perspicaces y menos ingenuos que esta buena señora ven aquí la mano malvada
de un asesino. Y todo parece apuntar hacia el hijo adoptivo de la víctima, que
andaba mal de dinero. La prima de éste, hija de la señora de la hipótesis
optimista, es la que requiere los esfuerzos de Poirot, para que averigüe si su
primo, que también es su prometido, es
inocente.
A partir de
este momento, el famoso detective belga pondrá a trabajar sus no menos famosas
células grises para desenmarañar la asombrosa trama que Christie desarrolla en
esta novela.
Realmente es
una lectura recomendable. A mí me gusta especialmente Ágatha Christie, aunque
algunos de sus libros son mejores que otros, claro. Pero me gustan más las
historias de misterio de este tipo, con un montón de personajes donde cada vez
te parece culpable uno de ellos, y nunca sabes quién es en realidad. Novelas
donde hay pistas y deducciones, no laboratorios forenses y complicados términos
médicos y científicos. Y donde el final de verdad te puede sorprender.
Los
personajes, como de costumbre, están magníficamente creados: el médico, que
hace las veces de ayudante de Poirot, y narra la historia, tratando de seguir
el ritmo del detective pero, al igual que el lector, sintiendo que aquel
siempre va un paso por delante; Caroline, la hermana, a la que ya he elevado al
pedestal de mi personaje favorito, por ser la detective amateur, por ser la más
graciosa y meterse con su hermano; Mrs. Akroyd, la dama pusilánime y
tontorrona, escabrosa al hablar, nunca directa, siempre guardando las
apariencias y con una inteligencia limitadilla; Miss Ackroyd, su hija,
despierta y simpática; el secretario, el coronel, el inspector, tan presuntuoso
él… Un despliegue de personajes y sospechosos donde no falta ni el mayordomo, y
que te entretendrán seguro, tratando de averiguar quién es el culpable.
Una novela
que gustará a todos los aficionados del misterio. Se lee con comodidad y no se
hace pesada. Resulta actual a pesar de haber sido escrita casi un siglo atrás,
y puede leerla tanto un joven (que siempre me quejo, ya lo sabéis, de que para
chicos casi no sacan novela juvenil, y para chicas solo cosas de vampiros y
mundos postapocalípticos) como alguien maduro, pues entretiene a todos por
igual, y por igual despierta en todos nuestro detective interior, picados
porque Poirot, a pesar de parecer ridículo a menudo, siempre parezca deducir
cosas que se nos escapan y que deberían ser obvias. Se lee enseguida y seguro
que será la puerta para que desees leer algo más de esta genial autora.
-Título:
El asesinato de Roger Ackroyd.
-Autor:
Agatha Christie.
-Género:
Misterio.
-Editorial:
RBA.
-Precio:
14€.
-Isbn:
9788498678895.
-Alma:
de secretos y oscuras traiciones, de misterios, conjeturas y células grises a
pleno rendimiento.
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