sábado, 26 de mayo de 2012

Donde el corazón te lleve




Donde el corazón te lleve es una novela cortita que se lee en un periquete. Narra la historia de Olga, una anciana que ha criado a su nieta. Ahora, con la adolescencia de ésta y la edad del pavo y todo eso, se han distanciado. No recuerdo si llega a mencionarse el nombre de la nieta, pero el caso es que la joven se marcha un año a Estados Unidos, para ordenar su vida, tener una experiencia de juventud, etc. Olga se queda en casa, en Trieste, respetando un acuerdo según el cual ni se llamarían ni se escribirían. Pero un día se siente mal. Es ya anciana y, viendo el rostro oscuro de la Parca aproximándose, piensa en lo que entre su nieta y ella queda por decir.

La novela es un alegato a favor de decir siempre las cosas, a no callarnos, porque ya dice Olga que “los muertos pesan, no tanto por la ausencia, como por todo aquello que entre ellos y nosotros no ha sido dicho”. De manera que decide escribir una carta a su nieta, una carta que jamás enviará, respetando el acuerdo, pero que permanecerá en la casa por si se diera la circunstancia de que la nieta volviera y la encontrara vacía y deshabitada. En ella Olga desnudará sus sentimientos, contará todo aquello que su nieta le ha preguntado sobre su madre y que ella jamás tuvo fuerza para contar, y tratará de lograr un acercamiento entre ambas que ni la muerte pueda quebrar.

Leyendo las primeras páginas de la novela lo cierto es que me puse muy tontorrón, no tanto por la novela en sí, sino porque me acordaba de mi propia abuela. Yaya, allá donde estés seguro que es un sitio genial y estás muy bien. Sabes que te queremos mucho. No te preocupes por nosotros, que vamos tirando, aunque seguro que tú nos ves desde allá.

En fin, luego la novela se aparta de este tema, centrándose en la relación entre nieta y abuela, en la historia familiar y en todo lo que ha pasado entre unas y otras. No tiene nada que ver realmente, fuera de haber una estrecha relación entre un nieto y un abuelo, pero me hizo recordar un poco La sonrisa etrusca. Lo cierto es que la novela de Sampedro me gustó mucho más. No es que ésta esté mal, para nada. Según parece fue un enorme éxito en Italia, y consagró a Susanna Tamaro. La novela está muy bien. Es solo que, bueno, si no la lees, tampoco pasa nada.

Lo que más me ha gustado de ella es que narre historias o rencillas familiares, pensamientos más o menos profundos, meditaciones, anécdotas y hasta desgarros sentimentales, siempre manteniene un tono como de charla. No sientes que estés leyendo un libro, sino que estás cómodamente sentado en casa de Olga, con ella delante, manteniendo una agradable conversación. Bueno, tú no hablas, solo ella, pero el tono es tan agradable, tan ligero, que no parece una narración pesada, sino eso, una charla íntima entre dos buenos amigos. Olga habla de su vida y a menudo se deja llevar por pensamientos y divagaciones. No lleva un orden claro, aunque nunca se siente confusión ni desorden. Cuenta, al hilo de la historia principal, detalles cotidianos, anécdotas cercanas. Y a veces se deja llevar por pensamientos profundos que, sin embargo, casi siempre clarifica con algún ejemplo metafórico, como cuando habla así del río meditando sobre cómo se ha dejado llevar en su vida: “Alguien, o el viento, de pronto, te arroja a la corriente de un río. Gracias a la materia de que estás hecha, en vez de hundirte, flotas; eso ya te parece una victoria y, por lo tanto, inmediatamente, empiezas a viajar; te deslizas veloz según la dirección que te impone la corriente; de vez en cuando, a causa de alguna maraña de raíces o de alguna piedra, te ves obligada a detenerte; allí permaneces un tiempo, golpeada por las aguas agitadas; después el agua sube y te libera, avanzas nuevamente; cuando la corriente es tranquila te mantienes en la superficie, cuando hay rápidos el agua te sumerge; no sabes hacia dónde estás yendo ni te lo has preguntado nunca; en los trechos más tranquilos tienes ocasión de observar el paisaje, las riberas, los matorrales; más que los detalles ves las formas, los colores, vas demasiado rápido para ver más; después, con el tiempo y los kilómetros, las riberas son cada vez más bajas, el río se ensancha, todavía tienes márgenes, pero por poco tiempo. ¿Adónde estoy yendo?, te preguntas entonces, y en ese momento se abre ante ti el mar”.

Y así, con confidencias, con consejos, con sinceridad, Olga habla sobre sus errores y aciertos, sobre sus sentimientos, sobre una vida que, aunque haya tenido los suficientes alicientes como para hacer entretenida una novela, su mayor virtud es que es una vida como cualquiera, cercana. La manera íntima en que la cuenta y lo sencillo, en su complejidad, de su vivir, hacen que las páginas de la novela de deslicen raudas entre los dedos. Una novela que, quizá no es la más impresionante que he leído, pero que, en su escasa duración deja entrever una profundidad explorada con tal sencillez que te provoca un algo dentro, algo indescriptible, y una cierta identificación y empatía con los personajes; esa sensación que ya he mencionado de estar sentado con Olga, charlando. Y es algo que otras novelas no me han provocado.



-Título: Donde el corazón te lleve.

-Autor: Susanna Tamaro.

-Género: Narrativa.

-Editorial: Booket.

-Precio: 7,95€.

-Isbn: 9788432217548.

-Alma: de confidencias y recuerdos, de sabiduría de vida y esperanza.



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