sábado, 13 de julio de 2013

El vals lento de las tortugas



No voy a extenderme mucho en este comentario, porque si habéis leído la primera parte de esta trilogía, ya sabéis lo que podéis encontrar, y si no la habéis leído, no os sirve de nada que os diga qué tal está la segunda parte…

Además, tened en cuenta que, aunque intentaré evitarlo, puede que sin querer se me escape algo que os desvele lo que ocurre en la primera novela, Los ojos amarillos de los cocodrilos, y si no la habéis leído y queréis hacerlo, no os hará mucha gracia.

En fin, en esta segunda entrega volvemos a encontrarnos con Jo, que sigue siendo la típica buenaza, a veces más infantil que un chicle de fresa, pero con buen corazón. La familia se ha trasladado ahora a un barrio bien de París, a un piso grande donde Jo se siente algo sola, pues echa de menos su vida sencilla en el barrio de antes. Zoe vive con ella, y en esta segunda entrega seremos como Julio Iglesias, viendo como la pequeña pasa de niña a mujer. Hortense, por su parte, vive en Londres, donde estudia en una prestigiosa escuela de moda.



El estilo de la novela es similar al de la anterior entrega. Si te aburrió o te pareció lenta, no sigas con esta. Si te hizo gracia, si aunque es calmada te apreció amena, entonces sigue con esta segunda parte. De hecho, en realidad, ¡en El vals lento de las tortugas pasan cosas! No os las voy a desvelar, pero no es tan estático como la anterior. Porque, si os preguntan por el argumento de Los ojos amarillos, ¿qué diríais? Que es la historia de una buena señora a la que el marido se los pone con la peluquera, tiene una madre que es una arpía, una hermana que es un ombligo ambulante y una vida que, con perdón, es una mierd*. Pero si intentáis explicar lo que le ocurre a lo largo de la novela, os encontráis con problemas, porque no es que pase mucho. Luego, cuando te quieres dar cuenta, ves que sí, pero la acción discurre así, como sin querer.

No os voy a engañar tampoco, esta segunda novela no es una peli de Chuck Norris precisamente, pero oye, de repente parece que a la Pancol se le ha ido la pinza y ha metido por ahí males de ojo, que ha querido darle misterio y la ha convertido en una novela con ínfulas de policiaca, con Jo convertida en una Mrs. Marple que, aunque deja mucho que desear, pues oye, ahí está. Y es que en esta novela encontraréis asesinatos, locura y un vecindario que parece sacado de una serie de Telecinco que antes ponía Antena 3…

Por lo demás, leedla solo si os gustó la primera parte. Si os dejó que ni fu ni fa, o no os gustó, esta tampoco lo hará, que aunque haya nuevos elementos la línea es similar.

Los personajes, con Jo al frente, siguen evolucionando. A su ritmo. Y de nuevo, al final, nos encontramos con que la conclusión es lo bastante cerrada como para dejarlo ahí si no nos animamos a seguir con la tercera parte, así que leer este libro es un riesgo calculado, y ahora en verano, que apetece leer algo tranquilo y fresquito antes de ir a una terracita a pasar el rato, puede convertirse en una buena opción. Que en verano no solo tienen que leer los niños, sino que es un buen momento para aprovechar los mayores. Además, esta semana se ha publicado un pack con la trilogía en bolsillo a buen precio, una buena ocasión para comprarla…


Pd. Me cae bien el perro.

 

-Título: El vals lento de las tortugas.

-Autor: Katherine Pancol.

-Género: Narrativa.

-Editorial: La esfera de los libros.

-Precio: 9,90€.

-Isbn: 9788499702551.

-Alma: de mentiras y pasado, de locura y duplicidad, de inocencia y sabor a pavo, con un toque de polvos mágicos.


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